+ No te preocupes, siempre hay tiempo.
- Recuerdo cuando este juego empezó, y lo rápido que quisimos llegar a la meta.Tan rápido que fallamos antes de conseguirlo.
+ Tan rápido que nos perdimos antes de tiempo.
- No me importa lo lejos que estuvimos de conseguirlo, lo que me importa es lo cerca que estoy ahora de tí. Me imporía que te fueras una vez más y no evitarlo.
+ Cuando te ví por primera vez nunca imaginé que pudiéramos vivir una historia como la nuestra, tan intensa, tan corta, tan única. Tú parecías el anti-cupido, el gran y feliz soltero, y yo el iceberg, fria por dentro pero de corazón caliente, cuando nos encontramos cambiamos. Y míranos ahora ¿Qué nos pasó?
- Que nos conocimos, nos superamos, nos asustamos y nos separamos.
+ Me encantaba como me mirabas, me desestabilizabas, justo como lo estás haciendo ahora (risas). El ir a una cena con 50 amigos, y que en un momento no planeado nos miráramos...
- Yo de esas cenas recuerdo ese vestido azul, te empeñabas en que te repitiera lo guapa que estabas pero nunca te dije nada, por aguantar, me aguantaba hasta las ganas que tenía de quitártelo. Te lo reconozco, estabas preciosa.
+ Me encantaría repetir aquellos días de playa, paellas junto al mar, mohitos en la arena, risas por doquier.Y ya no solo eso, el saber que estabas ahí a todas horas, tú ponías las cosas en orden, todo tenía su sitio. Tú sabías cómo.
- O ¿te acuerdas de aquellas noches que pasábamos despiertos riéndonos de esos programas chorras de fin de semana que repiten a las 4 de la mañana? No sabes cuánto te he echado de menos cada una de las siguientes...
+ Me enseñaste a ser feliz... a sentir extrema seguridad cuando me cogías de la mano, a ser yo misma justo cuando más reprimida estaba, a sonreír con un simple 'tengo ganas de verte', o a no pensar ni en el pasado ni en el futuro.
- Fuimos incapaces de reconocer lo que verdaderamente nos unía. Si te soy sincero no me molestan tus manías, hay algunas realmente graciosas... Soy capaz de aguantar tus neuras repentinas de que tu jefe te agobia o tu amiga la rara no te devuelve tus zapatos. De verdad... puedo ir los domingos a comer albóndigas a casa de tu madre, dormiré sin calcetines y tiraré mis slip. Si eso es lo que quieres. Además, podríamos volver a ser lo que fuimos. Sé que puede funcionar, no necesitaremos que sea 14 de febrero para celebrar que somos nosotros. Estaré para ti, una vez más, si es lo que quieres.
+ Como ves me faltan las palabras, no me atrevo a decir mucho más. Puede que de todo lo que hay detrás sólo te recuerde hechos trascendentales, o que te echo de menos. Pero no importa... tú me conoces demasiado bien para saber qué es lo quiero: que seas capaz de dejarme quererte
Vivimos en un mundo en el que la fugacidad de los momentos nos dejan un sabor de boca agridulce. La velocidad a la que vivimos nos hace incapaces de disfrutar y exprimir momentos importantes en nuestra vida que con el tiempo pueden producir vacíos. La situación nos supera y lo dejamos pasar. Nos excusamos tras la rutina, tras nuestras preferencias preestablecidas, tras nuestros miedos.
Deberíamos tomar conciencia de ello, parar en seco y disfrutar de lo que tenemos, valorar lo que nos dan, apreciar el valor de una sonrisa, deberíamos creer en nuestros sueños y luchar por ellos. Esa es la clave luchar por lo que quieres, por lo que crees. Ellos se dejaron pasar, suerte que pudieron arreglar el haber vivido deprisa.
+ Tan rápido que nos perdimos antes de tiempo.
- No me importa lo lejos que estuvimos de conseguirlo, lo que me importa es lo cerca que estoy ahora de tí. Me imporía que te fueras una vez más y no evitarlo.
+ Cuando te ví por primera vez nunca imaginé que pudiéramos vivir una historia como la nuestra, tan intensa, tan corta, tan única. Tú parecías el anti-cupido, el gran y feliz soltero, y yo el iceberg, fria por dentro pero de corazón caliente, cuando nos encontramos cambiamos. Y míranos ahora ¿Qué nos pasó?
- Que nos conocimos, nos superamos, nos asustamos y nos separamos.
+ Me encantaba como me mirabas, me desestabilizabas, justo como lo estás haciendo ahora (risas). El ir a una cena con 50 amigos, y que en un momento no planeado nos miráramos...
- Yo de esas cenas recuerdo ese vestido azul, te empeñabas en que te repitiera lo guapa que estabas pero nunca te dije nada, por aguantar, me aguantaba hasta las ganas que tenía de quitártelo. Te lo reconozco, estabas preciosa.
+ Me encantaría repetir aquellos días de playa, paellas junto al mar, mohitos en la arena, risas por doquier.Y ya no solo eso, el saber que estabas ahí a todas horas, tú ponías las cosas en orden, todo tenía su sitio. Tú sabías cómo.
- O ¿te acuerdas de aquellas noches que pasábamos despiertos riéndonos de esos programas chorras de fin de semana que repiten a las 4 de la mañana? No sabes cuánto te he echado de menos cada una de las siguientes...
+ Me enseñaste a ser feliz... a sentir extrema seguridad cuando me cogías de la mano, a ser yo misma justo cuando más reprimida estaba, a sonreír con un simple 'tengo ganas de verte', o a no pensar ni en el pasado ni en el futuro.
- Fuimos incapaces de reconocer lo que verdaderamente nos unía. Si te soy sincero no me molestan tus manías, hay algunas realmente graciosas... Soy capaz de aguantar tus neuras repentinas de que tu jefe te agobia o tu amiga la rara no te devuelve tus zapatos. De verdad... puedo ir los domingos a comer albóndigas a casa de tu madre, dormiré sin calcetines y tiraré mis slip. Si eso es lo que quieres. Además, podríamos volver a ser lo que fuimos. Sé que puede funcionar, no necesitaremos que sea 14 de febrero para celebrar que somos nosotros. Estaré para ti, una vez más, si es lo que quieres.
+ Como ves me faltan las palabras, no me atrevo a decir mucho más. Puede que de todo lo que hay detrás sólo te recuerde hechos trascendentales, o que te echo de menos. Pero no importa... tú me conoces demasiado bien para saber qué es lo quiero: que seas capaz de dejarme quererte
Vivimos en un mundo en el que la fugacidad de los momentos nos dejan un sabor de boca agridulce. La velocidad a la que vivimos nos hace incapaces de disfrutar y exprimir momentos importantes en nuestra vida que con el tiempo pueden producir vacíos. La situación nos supera y lo dejamos pasar. Nos excusamos tras la rutina, tras nuestras preferencias preestablecidas, tras nuestros miedos.
Deberíamos tomar conciencia de ello, parar en seco y disfrutar de lo que tenemos, valorar lo que nos dan, apreciar el valor de una sonrisa, deberíamos creer en nuestros sueños y luchar por ellos. Esa es la clave luchar por lo que quieres, por lo que crees. Ellos se dejaron pasar, suerte que pudieron arreglar el haber vivido deprisa.